LAS CATARATAS DE MI CAMPO.
Son hermosas, con un silencio absoluto, tantas rocas y altísimas. El agua fluye constantemente y, al caer el agua, parece como si estuviera sola en el mundo.
Me encanta ese lugar porque hay mucho silencio. Al tocar el charco de agua que forman las cataratas me siento libre. Ese agua no es potable, pero si lo fuera me bebería el charco entero.
En ese silencio al escuchar el canto de los pájaros, probablemente te quedes dormido...
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